miércoles, 7 de octubre de 2009

EL SAINETE DEL PRESIDENTE


La pasada semana hemos vivido en la Comunitat Valenciana el Debate de Política General. Un debate que era imposible realizar sin la mancha de aceite que todo lo pringa y que se llama Caso Gürtel. El Presidente Camps, en un ejercicio de cinismo, obvió el asunto del escándalo de corrupción de Gürtel y la posible financiación del PP. Ni lo mencionó. Como si él no supiera nada o como si no estuviera afectando a la vida política, social y empresarial de la Comunidad.
Pero hay una cosa importante que quedó sobre la mesa: Un gobierno bajo sospecha no tiene credibilidad. El Presidente Camps subió a hablar de un plan de austeridad en la Generalitat. Y todos nos preguntamos: ¿significa eso que ya no se cobrarán comisiones o se pagarán ellos mismos sus trajes?; habló de lo mucho que le importan los valencianos y que no subirá los impuestos. Y mentalmente me preguntaba: ¿cuánto hemos pagado los valencianos de nuestros bolsillos a la trama Gürtel?; lanzó mensajes positivos de prosperidad a las empresas a través de los grandes eventos y la promoción de la Comunidad. Y entre las empresas sólo se habla de los maletines, el soborno, y pagos en negro que se necesitan para conseguir una adjudicación, o las relaciones de empresas como Sedesa con el gobierno valenciano.
Fue un debate estéril porque no puede haber futuro en un Gobierno y un Presidente que están pendientes de un hilo, cuya honorabilidad está cuestionada, cuando sus acciones y gestiones han sido investigadas policialmente, con autorización judicial, y pendientes de ser juzgadas. No había futuro en el debate porque se está cerrando una etapa, aunque Camps se resista a aceptarlo.
Las sospechas de corrupción están en el corazón y en el estómago del propio gobierno. Afecta al portavoz de su grupo parlamentario, Ricardo Costa, cuya cabeza ya tiene precio por parte de los medios de comunicación o de su propio partido. Como dicen en el PP, «nadie llorará por él». En las conversaciones y documentos, aparece el vicepresidente primero, Vicente Rambla, persona de total confianza en el gobierno Camps. Hasta la propia familia del Presidente sale implicada en este asunto. ¿Cuántos interpuestos tendrán que dimitir antes de que el Presidente de la Generalitat, y también del PP valenciano, asuma sus responsabilidades?
Cada vez que Camps está agobiado por la presión mediática, social y judicial, sale en su defensa, «poniendo la mano en el fuego», Don Carlos Fabra. Nunca sé si es realmente un apoyo o una amenaza velada. Recuerdo lo mal que sonaba en las películas de la mafia cuando decían «éste es uno de los nuestros».
Durante todo el debate, Camps se reía, hacía bromas, chistes, se burlaba de la oposición, le mandaba recados a Rajoy advirtiéndole su peso en una victoria electoral. Pero lo que Rajoy empieza a temer es que Camps sea la sepultura de su etapa al frente del PP. ¿Por qué se ríe Camps? Si lo que se le imputa es mentira, debería estar indignado por las calumnias; y si es verdad, debería estar francamente preocupado, como se veía a los miembros de su propio partido durante el debate. Ya sé que es una estrategia de huida hacia adelante, pero sólo demuestra que es un magnífico actor de comedia capaz de escenificar, con una soberbia inaudita, que es un hombre feliz al tiempo que asiste a su entierro político.
Ésa es la mayor muestra de su falta de credibilidad: saber mentir y ocultar sus sentimientos. Cuando alguien utiliza la impostura en política como estrategia no merece ninguna confianza.

Ana Noguera

El contable desveló sobornos y la financiación ilegal del PP


EL SUMARIO DE LA 'GÚRTEL'

Correa pidió a su contable que le llamara "Don Vito" en la contabilidad B

En su declaración ante el juez Baltasar Garzón, el contable de la trama corrupta, José Luis Izquierdo, negó tener cualquier responsabilidad y trató de responder a todas las preguntas que se le hicieron. Izquierdo hizo lo que sus jefes esperaban de él. Aprovechó los tres o cuatro minutos de retardo con los que se abría la puerta del piso de la calle Serrano de Madrid para ocultar la contabilidad B del grupo de empresas de Francisco Correa. Estaba en un lápiz de memoria que se llevó a casa, escoltado por la Policía para realizar un registro, escondido en el puño dentro del bolsillo. Cuando iba a ser cacheado, lo sacó.

Gracias a esa memoria externa se vislumbraba ya en febrero el verdadero alcance de la trama de corrupción que afecta al PP y a varias de las comunidades en las que gobierna, sobre todo, Valencia y Madrid. En estos ocho meses, los datos que aportó Izquierdo en su primera declaración ante Garzón, el 13 de febrero, se han ido confirmando y ampliando. Conocía los nombres de las personas que aparecían en la caja B del grupo y que acabaron siendo imputadas, y los de las empresas de la trama, incluidas las ubicadas en paraísos fiscales, con las que se blanqueaba el dinero cobrado y pagado en comisiones.

"Hago lo que me dicen"

En la Audiencia Nacional, Izquierdo explicó que el presunto número dos de la trama, Pablo Crespo, le pidió que se lo llevara a casa por seguridad. Por el mismo motivo, el contable justificó los 60.000 euros que se encontraron en su domicilio: "Me limito a hacer lo que me dicen, lo que mandan".

Quizá por eso, todos los apuntes de la caja B pasaban por sus manos y conocía a los ex concejales de Majadahonda (Madrid) que cobraban 3.000 euros mensuales de la trama, aunque luego acabaran denunciando a Correa. También el entonces alcalde, Guillermo Ortega, y el ex regidor de Boadilla Arturo González Panero. Señaló a Antonio Cámara, que había sido secretario personal de Aznar. Y hasta dijo que L. B. debía ser el ex tesorero del PP Luis Bárcenas.

Según Izquierdo, en cierta ocasión Correa le dijo que se refiriera a él como "don Vito", y como no sabía si se lo decía en broma o en serio, lo hacía constar como "D.V.I.T.O." en la contabilidad. Por si quedaban dudas, el juez le preguntó si se refería al "don Vito de la película", por El padrino.

Superando la anécdota, en la memoria aparecían los tres aforados por los que luego Garzón terminó inhibiéndose a favor del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, los diputados del PP Alberto López Viejo, Alfonso Bosch y Benjamín Martín Vasco. Y también el ex eurodiputado del PP Gerardo Galeote y su hermano Ricardo.

Financiación irregular

En el lápiz de memoria aparecen cuentas por distintos eventos: campañas electorales de Madrid y Galicia, actos de NNGG y hasta congresos, como el celebrado por el PP en Valencia. Izquierdo dijo ignorar quién era el que pagaba por el PP con dinero negro, pero admitió la práctica.

De la memoria, la policía infirió "un sistema de contabilización de operaciones con fondos de una caja paralela". Se nutre con dinero que presuntamente "procede de comisiones por la adjudicación de obras urbanísticas y la consecución de un elevado número de adjudicaciones públicas irregulares".

lunes, 5 de octubre de 2009

Camps, sometido al juicio público


La mitad de los españoles cree que el presidente valenciano debería dejar su cargo según refleja un sondeo del diario Público en el que también son mayoría los que consideran fundadas las acusaciones de financiación ilegal del PP.

Un 45,2% de los españoles considera que el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, debería dimitir por los escándalos de corrupción y financiación ilegal que salpican a su partido, según refleja un sondeo publicado este lunes por el diario Público.

El dato pone de manifiesto el peligro que supondría para el PP de Valencia adelantar las elecciones autonómicas tal y como le exige la oposición. De hecho, un 21% de los votantes del PP (es decir, uno de cada cinco) apoya el cese del jefe del Consell antes incluso que el de Ricardo Costa y Vicente Rambla; el porcentaje sube hasta el 66% respecto a los votantes del PSOE.

Una mayoría, el 42,1% (en el caso de los votantes socialistas el porcentaje alcanza al 70%), también cree que las acusaciones sobre una supuesta trama de financiación ilegal del PPCV están fundadas, mientras el 18,5% (un 44% en caso de los votantes del PP), considera que son una campaña contra el partido organizada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, opinión que va en la línea con lo que mantiene el principal partido de la oposición sobre la llamada teoría de la persecución.

El sondeo también somete a juicio público la actuación del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, Juan Luis de la Rúa, amigo de Camps, que decidió archivar la causa por los trajes y declinó investigar el informe policial sobre financiación ilegal. Su actuación es criticada por el 40,6% de los españoles frente al 14,6% que la aprueba.
La desaprobación del magistrado llega al 58,6% cuando a los entrevistados se les pregunta sobre si debería abandonar su cargo y ser sustituido frente a un 10,5% que cree que no debería irse.

En este apartado, resalta el hecho de que el 51% de los votantes del PP también cuestionan su actuación, siendo el 77% en caso de los simpatizantes socialistas.

"Ricardo Costa es el responsable de los pagos y cobros con la empresa Orange Market"


El recurso del PSOE ante el Supremo señala la arbitrariedad del Tribunal Superior valenciano, su deslealtad procesal y la sucesión de pruebas sobre los regalos y la financiación irregular del PP

Pero dice más. Señala claramente que el tribunal que preside Juan Luis de la Rúa, públicamente reconocido por el presidente autonómico, Francisco Camps, como "más que un amigo", ignoró un informe policial de cuya lectura "se desprende sin dificultad alguna" que "Ricardo Costa que es el responsable de las decisiones relativas a los pagos y cobros con la empresa Orange Market, SL".

Consta en el informe policial, como se recoge en el recuso, que Orange Market pagó al PP 420.700 euros. Es decir, los socialistas no sólo le piden al Tribunal Supremo amparo para que se pueda investigar aquello por lo que fue aceptada la competencia del tribunal valenciano, un delito de cohecho pasivo impropio por el que fueron imputados en presidente Camps, el propio Costa y otros dos altos cargos, sino todo lo que a lo largo de las diligencias ha ido apareciendo: posibles contrataciones de favor de Orange Market, empresa dirigida por Álvaro Pérez, el Bigotes; y supuesta financiación irregular del PP valenciano.

Los socialistas consideran que la interpretación del artículo 426 del Código Penal que argumentó la sala de lo Civil y Penal, concretamente los magistrados Juan Luis de la Rúa y José Francisco Ceres (el juez Juan Montero emitió un voto particular) es absolutamente contraria a la jurisprudencia reiterada del Tribunal Supremo. No es necesario el nexo de causalidad. Basta con aceptar el regalo o dádiva siendo funcionario o alto cargo para incurrir en un delito de cohecho pasivo impropio.

Por ello, según consta en el recurso, "existen patentes datos que ponen de relieve que bajo la excusa de una exigencia jurisprudencial derivada de la interpretación del artículo 426 del Código Penal, se ha alterado caprichosamente, extendiéndola a supuestos no contemplados, como es el caso de exigir que la relación de causalidad de la dádiva o regalo".

En consecuencia, continúa argumentando la acción popular, "esta manera de proceder supone una violación de la tutela judicial efectiva, de un proceso con todas las garantías al adoptarse una decisión absolutamente arbitraria, que ha traído como consecuencia dictar un sobreseimiento libre sin atender a elementos que se han puesto en comunicación del Tribunal por otro Tribunal, para finalmente no dar lugar a la inhibición porque la causa está cerrada".

LYDIA GARRIDO - Valencia - 05/10/2009 El PAIS

Alarte insiste en adelantar las elecciones y se ve ganador


El secretario general cree que Camps "no aguantará mucho más" y vaticina autonómicas en 4 meses

La petición de elecciones anticipadas por la implicación de la cúpula del PP valenciano y del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en el caso Gürtel parece que no fue una estrategia usada para sacar de sus casillas al líder de los populares en el debate sobre el estado de la Comunitat. Ayer, el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, volvió a insistir en la disolución de las Corts Valencianes y en la convocatoria de elecciones en la Comunitat. Además, y esa fue la novedad ayer, Alarte aseguró que "el PSPV está en condiciones de dar un vuelco electoral, de abrir un nuevo tiempo, de cambiar el rumbo de nuestra Comunitat y de afrontar un proceso de políticas nuevas".
Para el líder de los socialistas valencianos "corren nuevos tiempos que requieren nuevas personas, nuevas ideas y nuevas fórmulas y por eso Camps se niega a convocar elecciones, porque sabe que en la actual coyuntura habría un vuelco electoral". Alarte calcula que en "tres o cuatro meses" habrá convocatoria de elecciones porque "Camps no va a aguantar mucho más".
Por su parte, en caso de que se celebren elecciones anticipadas, Alarte exigió "la expulsión en todas las candidaturas de aquellos que han tomado parte en el escándalo Gürtel", en clara alusión a Ricardo Costa y Vicente Rambla, ambos vinculados con la trama por informes muy comprometedores de la policía judicial.
Alarte hizo estas manifestaciones antes de asistir en Castelló a la clausura de los actos de la Escuela Tomás Meabe, que organiza Juventudes Socialistas de España. Allí también analizó la propuesta de reformar el Estatut de Autonomía para recibir más inversiones del Gobierno central, lanzada el sábado por el vicepresidente económico del Consell, Gerardo Camps. "Me suena un poco a tiro desviado, además, tengo un cierto regusto con esta propuesta ya que el Estatuto se pactó en el año 2006 y ahora, en pleno caso Gürtel y con las peores vergüenzas del Consell al aire, se les ocurre hablar de esto".
Por otro lado, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, dijo de Rajoy en un acto de Bilbao que lo único que preocupa a Mariano Rajoy "son los ciudadanos Camps, Bárcenas y El Bigotes".