miércoles, 2 de mayo de 2012

Los agricultores Valencianos se movilizan



Después de 17 años de gobierno del Partido Popular, el Sector Agroalimentario Valenciano es más pobre, menos estructurado, más débil y está abandonado a su suerte.

El Título II del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana, el que se refiere a los derechos de los valencianos y las valencianas, en su artículo 18 establece:

            “Desde el reconocimiento social y cultural del Sector Agrario Valenciano, y desde su importante labor en la actividad productiva, en el mantenimiento del paisaje, del territorio, del medio ambiente, de la cultura, de las tradiciones y costumbres más definitorias de la identidad valenciana, la Generalitat adoptará las medidas políticas, fiscales, jurídicas y legislativas que garanticen los derechos de este sector, su desarrollo y protección, así como de los agricultores y ganaderos”.

La “carta magna” valenciana reconoce específicamente al Sector Agrario Valenciano y asume para su autogobierno las plenas competencias, sin perjuicio de las bases y  ordenación de la actividad económica general del Estado, en materia de agricultura, ganadería, alimentación, actividad pesquera, recursos forestales, ordenación del territorio, etc.

A pesar de ello, el Partido Popular, con sus actuaciones ha propiciado durante sus años de gobierno un claro desarrollo desequilibrado en perjuicio del mundo rural. Es evidente que el Consell no ha tenido una política de desarrollo rural propia y, la falta de planificación estratégica unido a la inexistencia de un modelo agroalimentario propio, valenciano, consensuado y evaluado, nos ha llevado a que nuestra agricultura y nuestra ganadería  atraviesen la peor crisis de su historia, no precisamente por los efectos de la crisis económica actual, sino porque desde hace más de quince años, la renta agraria está cayendo sistemáticamente año tras año, y ello a pesar de que el sector agroalimentario es el primer sector económico exportador de la Comunidad Valenciana.

Pero los socialistas valencianos tenemos una alternativa que propugna un claro Modelo Agrario Valenciano. Un nuevo concepto de agricultura, la agricultura del mañana, hecha por las personas, mujeres y hombres del mundo rural, y para las personas, los consumidores jóvenes y mayores, de la ciudad y del campo, de nuestro territorio y de otros países. Todos ellos se merecen calidad y necesitan seguridad alimentaria, exigen sostenibilidad medioambiental y piden conservación de tradiciones, costumbres y paisaje.

Los socialistas nos comprometemos a afrontar el desarrollo rural desde una visión integral y hacer de las zonas rurales un lugar más atractivo para vivir y trabajar, invirtiendo el actual proceso de abandono, dotándolas de medios para que generen su propio desarrollo y salgan de la crisis en la que están inmersas. El mundo rural debe ser valorado como se merece por el conjunto de la sociedad.

La economía agroalimentaria es y debe ser el principal motor del mundo rural, y para ello es necesario que la productividad alcance los niveles adecuados. Es urgente tomar medidas para una verdadera reforma de las estructuras de producción y de comercialización”. Tenemos alrededor de doscientas mil hectáreas con instalaciones de riego modernizadas y que debemos dimensionar, gestionar,  y planificar con vocación de mercado, y tener en cuenta que ello puede suponer la creación de nuevos miles de puestos de trabajo. La situación de las cooperativas agroalimentarias y del tejido empresarial valenciano, tradicionalmente eficientes exportadores y eslabones fundamentales del desarrollo del sector agroalimentario, requiere de una profunda reestructuración y adaptación, teniendo en cuanta además que son estructuras, en el caso de las cooperativas, unidas al territorio y por tanto motores generadores de empleo rural.

La actividad ganadera, la cinegética, los recursos forestales, la gestión del monte, el turismo rural, la industria agroalimentaria tradicional, y en general las actividades económicas asociadas al territorio rural son los instrumentos básicos con los que contamos para hacer del medio rural un lugar vivo, generador de proyectos de vida viables para los jóvenes y donde contribuir a la creación de empleo.

Necesitamos desarrollar un verdadero programa de modernización de las explotaciones agrarias, avanzar en la gestión eficiente y eficaz del regadío, mejorar las explotaciones ganaderas, dimensionar adecuadamente la oferta, potenciar las iniciativas de transformación e industrialización, fomentar los mercados locales sin olvidar la internacionalización, establecer planes de orientación de la producción hacia mercados emergentes, etc; y todo ello asegurando la renta a los eslabones más débiles de la cadena, los productores.

La propuesta socialista es sencilla; se trata de desarrollar el artículo 18 del Estatuto de Autonomía creyendo en los hombres y mujeres del mundo rural, apostando por los agricultores y ganaderos, creando juntos una propia Política Valenciana que responda de verdad a lo que necesitamos, capaz de generar empleo y de fijar a la población con verdaderos proyectos de vida ilusionantes y realizables.