lunes, 21 de septiembre de 2009

La moción dinamita el pacto entre Alarte y Pajín y tensiona aún más al PP


La maniobra debilita a los dos referentes socialistas y agrava la lucha por el control de la agrupación popular en Benidorm

La moción de censura de Benidorm ha vuelto a evidenciar la frágil estabilidad interna del PSPV y la tensión en la que se mueve el PP. Estaba escrito que, antes o después, la alianza entre Jorge Alarte y Leire Pajín -con la que el primero logró situarse al frente del PSPV hace un año- tenía que romperse. Y el voto de censura de Benidorm ha ejercido, precisamente, de espita para que el acuerdo acabara explotando. Tanto Alarte como Pajín, es decir, Ferraz y Blanqueries salen debilitados del envite. ¿El PP? Entre todos la mataron y ella sola se murió. Campistas y ripollistas se echan las culpas de la pérdida Benidorm con la vista puesta en el control de la agrupación local cuando la dirección provincial del PP convoque el congreso, aún sin fecha.
En el mandato de Jorge Alarte al frente del PSPV y en el de Pajín como secretaria federal de Organización, habrá un antes y un después de la moción. Es la constatación de que el pacto que alcanzaron en el congreso de los socialistas valencianos no era mas que un matrimonio de conveniencia. De hecho, los partidarios de Pajín, atrincherados en la dirección provincial del PSPV, esperaban que Alarte hubiera conducido la crisis originada en Benidorm con más flexibilidad, después de que sus votos fueran clave para que el ex alcalde de Alaquàs se hiciera con el control de la cúpula del PSPV.
Jorge Alarte ha decidido seguir su propia línea: oponerse de plano a la moción de censura en tanto que el pacto de los ediles socialistas era con un trásfuga del PP. Todo lo contrario que la dirección provincial del PSPV, controlada por Pajín y que ha alentado entre bambalinas la operación con la complicidad de Ferraz, obligada a nadar en la ambigüedad en una maniobra que salpica directamente a la número tres socialista por la vía de su madre, una de las ediles de Benidorm que ha firmado la moción de censura.
¿El resultado? Una dirección del PSPV que, un año después del congreso, tiene menos apoyo. En una situación tan precaria y con el proceso de elaboración de las listas autonómicas y locales a año y medio vista, al secretario general no le queda otra que buscar apoyos. ¿Dónde? En la otra mitad del PSPV -incluidos los lermistas- que respaldó a Ximo Puig en el congreso de hace ahora un año. "Alarte ha encontrado más lealtad en gente que no le votó que en militantes que sí lo hicieron", admite el entorno de Alarte. Los lermistas están dispuestos a dar estabilidad pero no un cheque en blanco. "Ha llevado el problema de Benidorm con muy poca mano izquierda", apuntan. ¿Y Leire Pajín? Su actividad a partir de ahora, pese al respaldo de Zapatero -ayer se lo volvió a brindar en el comité federal del PSOE-, estará condicionada a la evolución de la operación de Benidorm, utilizada por el PP para minar su posición. Es decir, que los dos referentes del socialismo valenciano salen enfrentados y debilitados de este movimiento de los Pajín, que controla "manu millitari" la agrupación del PSPV de Benidorm desde hace años.
No se queda atrás el PP. Benidorm es una Alcaldía emblemática para la dirección provincial de Ripoll. En 1991, con el pacto que aupó a Zaplana al gobierno con el apoyo de la tránsfuga Maruja Sánchez, los populares iniciaron el periodo de supremacía del que aún disfrutan. La perdida de Benidorm ha tensionado más la relación entre los dos sectores del PP y hace más cruenta la lucha por el control del partido en la ciudad.

PERE ROSTOLL BENIDORM