viernes, 26 de junio de 2009

REVITALIZAR EL PSOE CON FOROS ABIERTOS



Sea por el ambiente tóxico que respiran en el PSPV o quizás por las malas compañías, el caso es que Jorge Alarte y Ximo Puig han de sentarse a solas, cara a cara, para que la química que existe entre ellos -que la hay- venza a las miserias. Ayer, los dos alcaldes con castillo en su jurisdicción -Alaquàs y Morella- comieron mano a mano en el municipio de l'Horta para hablar a calzón quitado e ir desbrozando diferencias en vísperas del comité nacional de mañana, el primer embolado que toreará Alarte tras la debacle de unas europeas que provocaron su aterrizaje forzoso en la realidad. Uno, el secretario general, piensa hacer un discurso integrador y otro, el que se quedó a 20 votos de serlo, dirá palabras conciliadoras. Por convicción y para contener las ganas de revuelta de parte de su tropa.
Los dos coincidieron en la necesidad de sacar al partido de la marginalidad y reanimarlo, por no decir resucitarlo. Lo cual pasa por fortalecer la organización, desde la base municipal, y reconstruir con cirugía fina los vasos comunicantes que, entre las inclemencias de la oposición y errores propios, se han ido secando desde 1995. Por eso, mañana Alarte anunciará la creación en el PSPV de foros de debate abiertos a la sociedad en los que, desde el ámbito local hasta el autonómico, se invitará a colectivos cívicos y asociaciones a hacer aportaciones al análisis de la realidad y ofrecer propuestas. Todo ese proceso, que ayudará a la elección de los candidatos a alcaldes a partir de pulsar su proyección, culminará en un congreso de ideas en el que se presentarán conclusiones y programas. Se trata de dar señales de vida, movilizar, aprovechar para captar afiliados y lanzar mensajes en positivo a la sociedad, al margen de los tradicionales rifirrafes internos.
Alarte y Puig son dos almas que orbitan por la centralidad del PSPV, que comulgaron con aquel 80% que evitó el congreso extraordinario que pretendía Jordi Sevilla y que, pese a los deseos de José Blanco, no pudieron casarse políticamente antes del XI congreso. Algunos intentaron conciliar esas posiciones y otros, como Leire Pajín, apostaron por el frente antilermista contra el alcalde de Morella. Ahora, Alarte y Puig siguen intentando que su amor político furtivo triunfe y el comité nacional sirva para cerrar definitivamente las heridas del congreso. En ese complicado objetivo de pacificar el partido parece que quiere aplicarse el líder socialista tras unos meses en los que sectores críticos lamentan haber sido ninguneados. Para empezar, hará un discurso integrador en el comité nacional. Otra de sus decisiones es la de mantener reuniones regularmente con los diputados de las Corts para cohesionarlo y evitar que más de medio grupo espere resignado su turno en el cadalso cuando se confeccionen las listas.
Desde la ejecutiva señalaron también que se está valorando celebrar ya, en cumplimiento de los estatutos, las asambleas comarcales para elegir coordinadores que eviten el vacío de poder tras las disolución de las anteriores estructuras. Puig, por su parte, intervendrá para criticar tanto las posiciones ventajistas que aprovechan la debacle electoral como la autocomplacencia. El PSPV debe pensar en los problemas de la sociedad si quiere empezar a solucionar los propios, vendrá a decir.
El alcalde de Alaquàs cede el puesto a la concejala Elvira García
?El alcalde que mejores resultados electorales ha obtenido en la historia de Alaquàs, Jorge Alarte, dimitirá en una semana y le sustituirá la concejala Elvira García. Con su decisión se cierra una etapa de intensa gestión y también de incertidumbre y un cierto vacío de poder en los últimos dos años, especialmente desde que es secretario general del PSPV. "La decisión está basada en que los ciudadanos de Alaquàs se merecen un alcalde cien por cien dedicado a la ciudad", explicó Alarte en una entrevista a Levante-EMV. "El proyecto socialista en Alaquàs no es Jorge Alarte sino el trabajo de muchas personas y el voto de miles de vecinos", dijo.

FRANCESC ARABÍ