martes, 15 de septiembre de 2009
Rajoy avaló en público la moción de Zaplana en Benidorm con la tránsfuga
Mariano Rajoy respaldó en 1991, desde el puesto que ocupaba como vicesecretario general del PP y número tres de José María Aznar, a Eduardo Zaplana tras pactar su acceso a la Alcaldía de Benidorm con una tránsfuga socialista. El líder de los populares visitó entonces la ciudad, días antes de la moción de censura, y compareció con Zaplana para avalar la maniobra. Todo lo contrario que ahora cuando el presidente del PP, nada más registrarse el pacto de los socialistas con el tránsfuga José Bañuls para arrebatar el gobierno al popular Manuel Pérez Fenoll, ya ha lanzado duras críticas contra el acuerdo -ayer mismo fue uno de los temas a los que aludió durante su intervención en la junta directiva nacional del PP- hasta el punto de asegurar que "algo huele a podrido en Benidorm".
Zaplana llegó a la Alcaldía de la villa turística hace 18 años. Apenas unos meses después de las elecciones municipales de 1991, en la que los socialistas habían vencido por mayoría absoluta, una edil socialista, Maruja Sánchez, dejó el equipo de gobierno para integrarse en el grupo mixto y firmar una moción de censura contra el alcalde Manuel Catalán Chana. Una maniobra calcada a la que ahora protagonizan los doce concejales del PSPV en Benidorm y el tránsfuga Bañuls. El 12 de noviembre de 1991 se reunió en el municipio la la cúpula regional del PP, que entonces encabezaba el hoy senador Pedro Agramunt. El encuentro lo presidió, como atestiguan fotografías y noticias de la época, el propio Mariano Rajoy.
Ingobernabilidad como excusa
El entonces número tres de José María Aznar en el PP intervino para respaldar a Zaplana y para negar que hasta la sede popular hubiera llegado una carta del entonces alcalde socialista Manuel Catalán Chana en la que se solicitaba la mediación de Aznar para tratar de parar la moción de censura que respaldaba la tránsfuga Maruja Sánchez. El PP justificaba la operación por la situación de "ingobernabilidad" que, a su juicio, vivía el consistorio, el mismo argumento que ahora dan en las filas socialistas para presentar el voto de censura contra Manuel Pérez Fenoll y que los populares rechazan de plano pero que han empleado también en municipios como Dénia esta legislatura.
Casi dos décadas después, sin embargo, la posición de Mariano Rajoy, entonces beneficiado por la maniobra pero ahora perjudicado, es diametralmente opuesta. El presidente nacional del PP ha encontrado un filón para desgastar a la número tres del PSOE, Leire Pajín, cuya madre se ha dado de baja del partido para rubricar la moción de censura. En ese escenario, ha lanzado duras críticas contra los socialistas. Primero dudó de que la dirección federal del PSOE acabe finiquitando la carrera política de los ediles que se han aliado con el tránsfuga José Bañuls. El fin de semana, durante una convención municipal en Segovia, aseguró que "algo huele a podrido" en Benidorm al tiempo que otros dirigentes del PP, como Esteban González Pons, sugerían vinculaciones económicas y empresariales de la familia de Pajín con la maniobra que dará la vara de mando al socialista Agustín Navarro.