jueves, 12 de noviembre de 2009
Tengo una pregunta para Alberto Oliart
Con los mayores respetos para Alberto Oliart, lo más importante de su nombramiento como presidente de RTVE es el hecho de que no sea otro el elegido. Porque ahí radicaba el mayor riesgo que la televisión pública corría a corto plazo tras la renuncia voluntaria de un decepcionado Luis Fernández. Durante los casi tres años de su mandato, consiguió el liderazgo de audiencia para RTVE sin necesidad de utilizar la basura; situó a sus servicios informativos fuera de cualquier debate partidista; profesionalizó la gestión pese a las enormes heridas de un ERE que supuso la salida de 4.150 profesionales (con los que se podrían hacer funcionar tres cadenas privadas); esquivó como pudo a bordo de su Vespa los rejonazos de un consejo de administración con mucho tiempo libre y ganas de enredar; derrochó pasión en la defensa de un modelo público de televisión cuyos fundamentos fueron trastocados desde el propio Gobierno sin siquiera consultarle…
Y cuando ya no soportó más puñaladas, Fernández aceptó el compromiso de aguantar al timón hasta que Zapatero y Rajoy, mano a mano, acordaran un nombre que al menos evitara destrozar de un plumazo la neutralidad conseguida en RTVE. Tengo una pregunta para Oliart: ¿Aportará algo más que el deseado consenso?
Jesús Maraña