"No es una rebaja de impuestos, es una medida para mantener el empleo". Desde el Gobierno rechazan que la iniciativa lanzada de reducir en cinco puntos el Impuesto de Sociedades (o su equivalente para los autónomos en el IRPF) a los empresarios que mantengan o aumenten su plantilla sea un recorte de tasas indiscriminado.
La medida sólo afectará a las pymes que tengan menos de 25 trabajadores y facturen hasta cinco millones de euros ya que, según el presidente, son las que más empleo generan. Esto representa casi al 95% de las empresas que declaran a Hacienda. El recorte deja al tipo impositivo de aquellas pymes que mantengan empleo en el 20%.
La rebaja será efectiva sobre los beneficios de este año (aunque la declaración se presenta el próximo ejercicio) y se prolongará en 2010 y 2011. Se controlará que el saldo de empleados al final del ejercicio sea igual o superior al del año anterior, por lo que si un empresario ya hubiera despedido a un empleado, aún puede volver a contratarlo y beneficiarse de la medida, explican fuentes cercanas al ministerio de Economía.
