martes, 24 de marzo de 2009

CAMPAÑA DE MAL GUSTO


Intentar demostrar con la rotundidad que supone el deber que la actualización de la actual Ley del Aborto es atentatoria contra la vida y claramente apuesta por el lince ibérico no deja de ser una mascarada de mal gusto. Además de herir la sensibilidad, nos demuestra hasta que punto una iglesia cicatera y antinatural reacciona ante un imperativo social. Nosotros dejamos a la responsabilidad de las personas su decisión y creemos con total honestidad que un embrión humano y otro de lince deben vivir si las condiciones y tu moral, no la impuesta por la jerarquía eclesiástica tenga que aportar su mala intencionalidad. Como demócratas y afines a los sentimientos personales dejamos en manos de las mujeres la responsabilidad de sus acciones,. Con ello no sólo estamos ejerciendo un derecho es que además reafirmamos esa máxima que dice: "deja hacer que yo haré lo necesario".
La iglesia católica como tal, está en su derecho de reafirmar unas posturas ya conocidas; nosotros estamos en la necesidad de apoyar a la mujer que quiera abortar por entender que es ella quien decide, y que esa necesidad no tenga que estar supeditada a una reclamación por parte de la justicia. La decisión de consumar este acto no será fácil para la mujer por eso apoyamos su postura, y no somos fariseos al intentar oponer por la fuerza del machismo o de unas leyes trasnochadas lo que es un derecho.
El lince debe vivir y el embrión también, pero no decidas por ellos, ya hay quien lo hace por tí y mucho mejor.

EL CRONISTA



Las riquezas de la Iglesia también están protegidas, como el lince