Los plenos municipales pueden resolverse en Chiva en un plazo de tiempo no superior a los diez minutos. Eso podía haber sucedido en el último a no ser por la enjundia puesta en servicio por el concejal de PCU, Raúl Campos, al que hay que agradecer esa labor opositora de la que hace gala.
El primer rifirrafe se produjo en el punto nueve aquél que daba cuenta de la liquidación del Presupuesto de 2008.
Ambas partes alegaron que el estudio realizado por Intervención era modélico, así lo señaló nuestro concejal Ángel Descalzo, pero lo que no estaba tan claro era el remanente que a juicio del alcalde había sido el mejor de los que se tenían noticia en Chiva. Algo de verdad, pero no toda, porque se argumentó que los posibles ingresos eran tan difíciles de cobrar que la tarea parece a simple vista una “misión imposible”. En resumidas cuentas se ha gestionado bien, lo cual no está mal habida cuenta de los tiempos que corren.
TASA RECICLAJE BASURAS
A la pregunta de porqué se tenía que pagar un nuevo impuesto para reciclar residuos urbanos las contestaciones fueron varias y algunas razonables.
Hay una empresa en Chiva que tiene un contrato para garantizar no sólo la recogida, también su posterior reciclado. Por tanto a qué viene pagar hasta 51 euros más por algo que al parecer ya se hace. Pues bien, para JM Haro los temas de biodiversidad, defensa del medio ambiente, y el apoyo al Consorcio de todos los grupos políticos indicaban que esa era la línea a seguir. Un hecho, por cierto, que nadie le cuestiona, porque en realidad lo que no sabemos los contribuyentes es porqué no se investiga hasta que punto se reciclan las basuras en el pueblo. Esa era, y no otra, la intención de la pregunta que como en otras ocasiones se respondió haciendo uso de las vaguedades habituales, auténticos monólogos que para sí quisieran versados dramaturgos: un auténtico ping-pong.
RUEGOS Y PREGUNTAS
En realidad el pleno se animó cuando se aprobó por unanimidad la moción presentada por el PSPV-PSOE quien en boca de su portavoz volvió a reclamar el Juzgado de Primera Instancia para Chiva.
Se animó porque nos enteramos que el grupo socialista se había quedado sin despacho para trabajar, aunque hubo ofrecimientos por parte de la PCU de compartir y, la seguridad dada por el alcalde de que en un plazo de un mes el despacho ahora “confiscado por obras”, volvería a ser restituido a sus inquilinos habituales.
LAS PEDRIZAS Y LA SALUD PÚBLICA
Y más animación la suscitada por vecinos de Las Pedrizas que se enteraron esa misma tarde que su asociación había sido aceptada oficialmente. No obstante exhibieron, así lo muestran las fotografías, carteles reivindicativos en los que se exigía una mayor calidad de vida en esa urbanización, y sobre todo solucionar el problema de aguas residuales que desde el final de las obras (hace más de dos años) vienen padeciendo algunos de ellos.
La respuesta del alcalde ante esta situación fue la de dar por buena la valoración de los equipos técnicos municipales a la hora de conceder las correspondientes células de habitabilidad. Eso sí, JM Haro dijo que si no se estaba de acuerdo para eso estaban los tribunales. Original respuesta que pone en cuestión una forma de gobernar muy particular. Y que da a entender que se dan esas células con liberalidad manifiesta.
Los vecinos se quejan, y con razón de unas condiciones higiénicas deficientes, y esperan que se atiendan sus ruegos que además de ser legítimos son incuestionables por cuanto nos encontramos ante un tema de salud pública.
No basta con saber que la empresa que construyó las viviendas no exista como tal, habrá que pedir que lo propuesto en obra se ejecute y que se haga bien. Lo demás es buscar sexo a los ángeles. El portavoz socialista se comprometió a echar una mano a los vecinos. Es lo menos que podemos hacer desde la oposición. “Y si es preciso llegar a los tribunales, como aseguraba el presidente de la asociación Javier Pascual, se llegará”.
En definitiva unas cuatro horas de sesión, en las que una vez más el rodillo popular hizo lo que se le dijo que hiciera: es decir, ir a lo suyo, ¿Qué si no?
EL CRONISTA
