miércoles, 2 de diciembre de 2009
José María Aznar corteja al Rey Juan Carlos en busca de un título nobiliario
José María Aznar está maniobrando aceleradamente para lograr que el Rey Juan Carlos I le otorgue el título nobiliario que concede a todos los ex presidentes del Gobierno. Aznar quiere ser noble ya. A cambio de ver su cabecita bigotuda laureada con una coronita, el ex presidente del Gobierno entre 1996 y 2004 ha decidido conceder a don Juancar un tal “Premio FAES de la Libertad”, que la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que el propio Aznar pastorea, ha decidido inventarse para la ocasión. Todo muy propio.
Conviene aclarar que los títulos nobiliarios se cotizan mucho en lugares como los Estados Unidos y algunos países árabes, normalmente los más ricos, las monarquías del petróleo, por lo que Aznar haría buen uso del suyo en los trabajos de representación que realiza por el ancho mundo. Pero don Juan Carlos duda, dicen las malas lenguas. Una persona con entrada en Zarzuela asegura que “en la familia real nadie es partidario de ennoblecer a Aznar y mucho menos de convertirlo en primo del Rey, o sea en Grande de España”.
En julio de 1976, el Rey hizo a Carlos Arias marqués de Arias Navarro con Grandeza de España. En 1981, concedió a Adolfo Suárez el título de duque de Suárez igualmente con Grandeza de España. En junio de 2002, diez años después de haber dejado la presidencia, el Monarca hizo a Leopoldo Calvo-Sotelo primer marqués de la Ría de Ribadeo con Grandeza de España.
A Felipe González, con quien le unió siempre una gran amistad, don Juan Carlos le ofreció un ducado (todos los duques son Grandes), título que el aludido rechazó alegando, más o menos, que como socialista no se veía luciendo el ducado de Dos Hermanas.
La investidura nobiliaria siempre llegó a los interesados a toro pasado, es decir, un tiempo después de haber abandonado la presidencia del Gobierno. El caso es que a Aznar le han entrado las prisas. Y dicen que a su mujer, la ilustre Botella, todavía más. “Está como loca por el título”. Y Aznar, que hace un par de días seguía diciendo pestes del Monarca, de pronto se ha visto atacado por un irrefrenable virus de fervor monárquico y empieza a adular al Monarca de manera bastante indecorosa.
Vean, si no, la tercera escrita ayer en el ABC [“Juan Carlos I: la Transición coronada”], el sedicente periódico monárquico de toda la vida. “Por eso las cosas salieron bien. Su Majestad el Rey Juan Carlos encarna esa decisión primera que puso en marcha todo lo demás. Su persona fue la clave para que España coronara la conquista de su libertad, coronara su transición a la democracia. Por esta razón, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, que tengo el honor de presidir, ha acordado conceder al Rey el I Premio FAES de la Libertad”.
“Es un premio a Su Majestad por su contribución personal a la conquista de la libertad política en España como fruto de un esfuerzo intelectual y moral ejemplar”, prosigue el relator. “Es un premio a la institución que encarna. Lo es también a toda una generación de políticos […] que Su Majestad guió y encabezó. Finalmente, FAES premia al Rey como símbolo del pueblo español que quiso ser libre, y lo fue. Para FAES constituye un inmenso honor que Su Majestad haya aceptado recibir este premio”. La ceremonia de entrega tendrá lugar mañana, 2 de diciembre, en el Teatro del Canal de Madrid.
Josemari frente a los Aznar de Bilbao, marqueses de Lamiaco
“G. K. Chesterton escribió que la mediocridad probablemente consiste en hallarse delante de la grandeza y no darse cuenta de ello” añade el capo de FAES. “Hay mucha grandeza en el pueblo español y la hay en su Rey. Necesitamos recordárnoslo porque en ocasiones padecemos la tiranía de quienes simplemente son incapaces de comprender la magnitud de la empresa histórica que es la democracia española”, de donde podría inferirse que Aznar, que ha tardado tantos años, décadas incluso, en descubrir la grandeza de Su Majestad, es un perfecto mediocre.
A pesar de lo cual, en la familia real sostienen que don Juancar podría finalmente decidirse a ennoblecer a Franquito, pero nunca con Grandeza de España. En cuyo caso, no le haría nunca marqués de Aznar para no perjudicar a los Aznar de Bilbao, marqueses de Lamiaco. El ex secretario general de la Casa del Rey, José Joaquín Puig de la Bellacasa, por ejemplo, está casado con una Aznar de Bilbao, hermana de la mujer del ex presidente del BBV Emilio Ybarra.
El Confidencial